Folleto Turístico

jueves, 15 de abril de 2010

San Marcos (25 de abril). Espantar el diablo.




Entre las fiestas tradicionales del calendario de este pueblo, cabe destacar la de San Marcos el día 25 de Abril. Este es el día de los tradicionales ritos de "espantar el diablo" y de "atar el diablo".

Días antes, las mujeres del pueblo se afanan en amasar las tortas y los hornazos de San Marcos que servirán de merienda a la familia junto a la bota bien llena de tinto o el “lebrillo” de cuerva. El hornazo es un rosco guarnecido de huevos duros de colores y de bolas de anises, muy parecido al madrileño rosco de Reyes o la “mona” valenciana.

Al llegar la tarde del día señalado, las familias y los grupos de jóvenes con los hornazos envueltos en las parellas, la bota bajo el brazo y con las guitarras y demás instrumentos se dirigen principalmente a los Callejones hasta el Pozo Navazo.

Los escolares abandonan la escuela por una tarde y se suman a la alegría y a la fiesta campera dando el acento infantil a la tarde primaveral.

A lo largo de los Callejones y la ribera del río el mocerío y grupos de familia sentados en el suelo sobre la hierba se comen la merendeta de rigor y le pegan a la cuerva de la bota. Antes, el huevo duro de colores hay que intentar “cascarlo” en la frente de algún compañero o familiar desprevenido.

Pronto los corros y grupos se van formando alrededor de las guitarras y los lebrillos de cuerva que dan lugar al jolgorio y a la danza, bailes modernos, pasodobles, seguidillas y las clásicas jotas. Estos jolgorios y cantes juntos con los gritos de la chiquillería sirven para "espantar el diablo" que este día anda suelto y hay que tener mucho cuidado porque puede hacer alguna de las suyas.

Pero por si el diablo no se espanta y para mayor seguridad hay que atarlo y dejarlo preso. El "atar el diablo” consiste en hacer un nudo en las ramas de un árbol o en cualquier planta baja generalmente "iniestas" y gramíneas que simbólicamente representa que el diablo apresado no podrá acercársele durante todo el año a la persona que lo realizó.

La fiesta termina al anochecer, los grupos cantando y bailando regresan al pueblo y con la seguridad de que el diablo no se les acercará porque lo han dejado bien atado.

Esta original fiesta pagana es común a todos los pueblos segureños con distintos matices en cada uno y su origen es desconocido. Representa la llegada de la primavera recién estrenada.

La fiesta se asemeja a una romería aunque específicamente no hay un lugar fijo ni tampoco hay ningún santuario puesto que el personaje central es el diablo al que hay que espantar y acosar,

Madrid 10-II-1979